Los sistemas de rociadores automáticos son un componente esencial en la protección contra incendios. Existen varios tipos de sistemas de rociadores automáticos, cada uno diseñado para un propósito específico12:
- Rociadores de sistema de tubería húmeda: Estos rociadores están conectados a un sistema de tuberías con agua, de manera que en caso de activarse alguno, el agua se descarga de forma inmediata1.
- Rociadores de sistema de tubería seca: Este tipo de rociadores están conectados a las tuberías que contienen aire o gas a presión. Al activarse cualquiera de ellos, se libera el gas que permite que se abra la válvula y dar paso al agua que espera y que fluye por la tubería1.
- Sistema de diluvio: Este sistema está formado por rociadores abiertos conectados a unas tuberías que están conectadas al abastecimiento de agua a través de una válvula que se abre automáticamente con el sistema de detección de los propios rociadores2.
- Sistema de preacción o acción previa: Es un sistema de rociadores que está interconectado a un sistema de detección de incendios. Cuando el sistema de detección se activa, envía una señal de apertura a una válvula que contiene el agua bajo presión, al abrirse la válvula el agua fluye por todo el circuito pero solo se descargará en caso de rotura de los fusibles/bulbos de rociadores que se hayan actuado2.
Cada uno de estos sistemas tiene sus ventajas e inconvenientes, por lo que es importante seleccionar el sistema más adecuado en función del tipo de edificio y los riesgos asociados12.